Caja rosa de kima coffee, café de Honduras, finca la quebrada, producido por la familia caballero en la región de Chinacla, cultivado a 1560 metros sobre el nivel del mar, varietal catuai, proceso natural extendido con notas a Papaya, plátano, frutos rojos y gominolas.
La familia caballero en su finca la quebrada en Honduras
La señora caballero junto a sus n arbusto de café en su finca la quebrada en Honduras
Parcela de secado de café en Honduras en las finca la quebrada

La Quebrada. Cafe De Honduras

Precio habitual £12.35
Precio unitario  por 
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Perfil Sensorial: Papaya, plátano, frutos rojos y
gominolas.

Productor: Familia Caballero

Altitud: 1.560 msnm 

Región: Chinacla 

 Proceso: Natural Extendido 

Varietal: Catuaí

La Quebrada es un lote natural de fermentación extendida producido por Marysabel Caballero y Moisés Herrera en la región de Marcala, Honduras. Esta pareja de segunda y tercera generación cafetalera gestiona alrededor de 200 hectáreas distribuidas en 17 fincas, donde cultivan principalmente Catuai en suelos arcillosos y bajo un clima húmedo y ventoso. Todas las fincas están ubicadas cerca de su beneficio central, Xinacla, lo que les permite procesar el café de manera eficiente y controlada.Las cerezas se recolectan a mano y se seleccionan cuidadosamente antes de someterse a una fermentación natural prolongada, en la que el grano permanece con su pulpa durante varias semanas. Este proceso controlado que puede durar entre 20 y 40 días dependiendo de las condiciones climáticas da como resultado una taza limpia, afrutada, dulce y una acidez jugosa tipo cítrica. Gracias a su enfoque preciso y experimental, logran perfiles expresivos sin defectos de sobrefermentación.

 Marysabel Y Moisés han sido reconocidos en múltiples ocasiones por la calidad de su café, incluyendo un tercer lugar en el Coffee of the Year de la SCAA en 2010 y varios puestos destacados en la Taza de Excelencia. Son pioneros en prácticas agrícolas sostenibles, produciendo sus propios fertilizantes orgánicos a base de pulpa de café, estiércol y otros materiales naturales, al tiempo que cultivan frutas y flores en las fincas para promover la biodiversidad y ofrecer alimento a los recolectores. Todo el trabajo en sus parcelas está meticulosamente documentado, reflejando su compromiso con la mejora continua de cada aspecto del cultivo y procesamiento.