Caja rosa de kima coffee, café de Honduras, finca la quebrada, producido por la familia caballero en la región de Chinacla, cultivado a 1560 metros sobre el nivel del mar, varietal catuai, proceso natural extendido con notas a Papaya, plátano, frutos rojos y gominolas.
La familia caballero en su finca la quebrada en Honduras
La señora caballero junto a sus n arbusto de café en su finca la quebrada en Honduras
Parcela de secado de café en Honduras en las finca la quebrada

La Quebrada. Cafe De Honduras

Precio habitual CHF 13.24
Precio unitario  por 
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Perfil Sensorial: Papaya, plátano, frutos rojos y
gominolas.

Productor: Familia Caballero

Altitud: 1.560 msnm 

Región: Chinacla 

 Proceso: Natural Extendido 

Varietal: Catuaí

La Quebrada es un lote natural de fermentación extendida producido por Marysabel Caballero y Moisés Herrera en la región de Marcala, Honduras. Esta pareja de segunda y tercera generación cafetalera gestiona alrededor de 200 hectáreas distribuidas en 17 fincas, donde cultivan principalmente Catuai en suelos arcillosos y bajo un clima húmedo y ventoso. Todas las fincas están ubicadas cerca de su beneficio central, Xinacla, lo que les permite procesar el café de manera eficiente y controlada.Las cerezas se recolectan a mano y se seleccionan cuidadosamente antes de someterse a una fermentación natural prolongada, en la que el grano permanece con su pulpa durante varias semanas. Este proceso controlado que puede durar entre 20 y 40 días dependiendo de las condiciones climáticas da como resultado una taza limpia, afrutada, dulce y una acidez jugosa tipo cítrica. Gracias a su enfoque preciso y experimental, logran perfiles expresivos sin defectos de sobrefermentación.

 Marysabel Y Moisés han sido reconocidos en múltiples ocasiones por la calidad de su café, incluyendo un tercer lugar en el Coffee of the Year de la SCAA en 2010 y varios puestos destacados en la Taza de Excelencia. Son pioneros en prácticas agrícolas sostenibles, produciendo sus propios fertilizantes orgánicos a base de pulpa de café, estiércol y otros materiales naturales, al tiempo que cultivan frutas y flores en las fincas para promover la biodiversidad y ofrecer alimento a los recolectores. Todo el trabajo en sus parcelas está meticulosamente documentado, reflejando su compromiso con la mejora continua de cada aspecto del cultivo y procesamiento.