Rugali. Café de Ruanda

Perfil Sensorial: Ciruela, melón, uvas y té negro

Productor: Muraho 

Región: Nyamasheke

Altitud: 1.450-1.600 msnm

Varietal: Red Bourbon 

Proceso: Honey

La estación de lavado de Rugali se encuentra a orillas del lago Kivu, en el distrito de Nyamasheke, al oeste de Ruanda. Con 124 camas de secado, la estación atiende a 1150 agricultores que entregan cerezas. Rugali cuenta con cinco empleados a tiempo completo y aumenta a 180 trabajadores temporales durante la temporada de cosecha.

Muraho trabaja directamente con pequeños productores en cinco estaciones de lavado ubicadas en dos de las principales zonas cafetaleras del país. El objetivo de Muraho es promover mejores prácticas agrícolas y, con ello, aumentar la calidad y el volumen de la producción, mejorando así la calidad de vida de los caficultores. La temporada pasada, Muraho desarrolló viveros para un total de 110 000 cafetos (Kilimbi 50 000 y Rugali 60 000) y los distribuyó a los caficultores del distrito de Nyamasheke. Este programa de renovación de cultivos es muy necesario, ya que un gran porcentaje de los cafetos africanos tienen entre 40 y 50 años y su rendimiento es bajo.

Actualmente, la industria cafetera en Ruanda está en su apogeo y produce cafés excepcionales. El camino, sin duda, no ha sido fácil, pero mediante el liderazgo de un gobierno comprometido, proyectos educativos y planificación estratégica, se han sentado las bases sólidas para este éxito.

Hoy en día, aproximadamente 420.000 personas están relacionadas directa o indirectamente con la industria cafetera. Los precios del café de calidad son más estables que los del café comercial, lo que ha mejorado la calidad de vida de muchos caficultores y sus familias. Además, el café también contribuye a la reconciliación entre los principales grupos étnicos: hutus y tutsis, pues los hemos visto trabajar juntos, codo con codo, para producir más y mejor café.
Proceso: 
Una vez entregadas a la estación de lavado, las cerezas se inspeccionan visualmente y se clasifican por gravedad por primera vez, utilizando una cubeta o un tanque lleno de agua, para eliminar los flotadores y garantizar que solo se procesen las cerezas maduras. Después, pasan por la despulpadora mecánica, generalmente a primera hora de la tarde. Tras el despulpado, se clasifican por densidad en dos o tres categorías, cada una de las cuales se envía a un tanque de fermentación diferente.

Tras el despulpado, el café se fermenta en seco durante 12 a 24 horas. Posteriormente, se lava y se clasifica de nuevo por gravedad utilizando los canales de lavado (los granos más pesados ​​se hundirán). Posteriormente, se somete a remojo, que consiste en una fermentación húmeda en una tina o tanque con agua limpia durante otras 24 a 48 horas.

Posteriormente, el café pasará a camas africanas sombreadas, donde, generalmente, las mujeres eliminarán los defectos a mano cuando el pergamino aún esté húmedo. De esta manera, será más fácil detectarlos. Además, el café comenzará la etapa de secado de forma lenta y cuidadosa.

Una vez eliminados los defectos, el pergamino se traslada a las camas elevadas bajo el sol africano durante aproximadamente dos o tres semanas. Durante este período, el pergamino se mueve constantemente varias veces al día para asegurar un secado uniforme.

Finalmente, cuando el café alcance un contenido de humedad del 11 %, se almacenará en pergamino, se separará y se etiquetará cuidadosamente. Una vez listo para la exportación, el pergamino se transportará a Kigali para su molienda, envasado y carga en el contenedor.