Perfil Sensorial: Manzana verde, lavanda, jazmín y té de rosas.
Productor: Manfred Hiller
Altitud: 1.800-1850 msnm
Región: Quindio
Proceso: Anaerobic Washed 48 hrs
Varietal: Geisha
Manfred Hiller es un colombiano de madre alemana. Su primera experiencia con el café fue en 1972, cuando su padre compró la primera finca de café.
Desafortunadamente, después de que su padre murió, tuvo que vender la finca en 1992.
Irónicamente, su primera experiencia con café de especialidad fue en Suiza, en ese momento el estaba trabajando para una gran empresa. Después de probar 5 variedades diferentes de Colombia, supo que quería explorar este mundo asombroso. En 2015, decide comprar una finca de café en Génova, Quindío y se enfocó desde el primer día en tener café de especialidad.
La finca tiene 34 ha, de las cuales el 9,2 % del área de la finca representa un bosque natural con árboles nativos. Se plantan siete variedades diferentes. Todas las semillas se adquieren de orígenes de fincas confiables. Hoy, casi el 60 % de la plantación de café está sombreada por árboles nativos. Su principal objetivo es pasar a la agricultura regenerativa.
Las cerezas maduras son recolectadas rigurosamente y llevadas al lugar donde serán procesadas. Luego son envasadas en bolsas donde son fermentadas durante 48 horas, luego despulpadas y fermentadas 24 horas en un ambiente de temperatura controlada.
El café se seca al sol y al viento en “elbas”, Se mueve varias veces durante el día hasta que alcanza la humedad deseada. Este proceso de secado puede tardar hasta 10 días según las condiciones climáticas. Una vez que se alcanza la humedad deseada, el café se almacena en GrainPro o similar, en una bolsa de sisal en un ambiente seco.
En la finca Andaluz, el momento de la cosecha se determina por la medición de grados Brix. La medición de grados Brix varía según el tamaño del lote y la variedad. Una vez que el café está listo para cosechar, los recolectores recolectan las cerezas más maduras y las llevan a un lugar separado donde se clasificarán una vez más antes de fermentar.
El café se almacena en un ambiente fresco y se deja allí durante 28 a 35 días
para garantizar sus condiciones óptimas antes de moler y seleccionar para exportar.
La medición y la actividad del agua se realizan cada 10 días.
