Caja negra de kima coffee, café de Costa Rica, finca la Isabela producido por Max Salazar Rodríguez, en la región de west valle, varietal Sudán Rume,
Prceso thermal shock con notas a fresa, kiwi, mango y melocotón.
Productores de Costa Rica, en la finca la Isabela en la región de west valle
Camas africanas donde se sea el café en Costa Rica, finca la Isabela, en la región de west valle
Cerezas de café secándose en camas africanas en Costa Rica, finca la Isabela, en la región de west valle

La Isabela. Cafe de Costa Rica

Precio habitual €21,90
Precio unitario  por 
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Perfil Sensorial: Fresa, kiwi, mango y melocotón.

Productor: Max Salazar Rodríguez

 Altitud: 1.700-1.800 msnm 

Región: West Valley

 Proceso: Thermal Shock 

Varietal: Sudán Rume 

Max Salazar Rodríguez es el dedicado y apasionado propietario de Finca La Isabela. Su finca cafetalera cuenta con una rica historia de más de 50 años de cultivo, Max y su equipo representan la tercera generación de productores de café en su familia. Durante los últimos siete años, Max ha asumido la responsabilidad de administrar las operaciones de la finca y ha sido fundamental en el procesamiento de sus distintivos lotes de café.
Finca La Isabela exporta un volumen total de 60 quintales de café, una producción excepcional producida en tan solo 10 hectáreas de terreno. La finca emplea a tres trabajadores a tiempo completo y, ocasionalmente, contrata mano de obra adicional según sea necesario. El rendimiento anual promedio de la finca es impresionante: 500 bushels.

El cultivo de café en Finca La Isabela es un proceso meticuloso. Comienza con la preparación del semillero, el manejo de árboles de sombra (se están incluyendo gradualmente árboles nativos y frutales en las parcelas de renovación) e implica una combinación de fertilizantes orgánicos y químicos. La cosecha se realiza durante la temporada seca, lo que permite una maduración óptima y una selección meticulosa de las cerezas de café. Inicialmente, las fincas se sembraban principalmente con Típica y Villa Sarchi. A medida que la operación se expandía y se adquirían nuevas parcelas, se introdujeron variedades adicionales, como Villalobos, Catuaí, Caturra, Geisha, variedades etíopes heirloom, Millennium y SL28. Más recientemente, variedades experimentales como L12-28 se cultivan primero en el vivero durante un año antes de establecerse en parcelas de la finca.

El procesamiento en la finca es variado: los lotes con proceso honey se someten a un proceso de oxidación de 24 a 48 horas, según el color deseado. Durante los primeros tres días, el café se voltea dos veces, aumentando la frecuencia hasta el día 30, generalmente cuando el proceso honey está en su punto máximo. El café lavado se somete a un proceso de oxidación de 24 horas antes del despulpado, donde se conserva en contenedores y se mantiene cuidadosamente el pH hasta alcanzar 4. Tras un lavado con agua limpia, los granos se secan al sol en camas elevadas durante aproximadamente 25 días.

Los procesos anaeróbicos, aplicados a lotes lavados, honey y naturales, comienzan con 24 horas de oxidación, lavado y desinfección de la fruta. Posteriormente, el café se transfiere a un biorreactor, se mezcla con microorganismos presentes de forma natural en el lote y se mantiene allí durante 72 horas a temperaturas de entre 25 °C y 35 °C. Tras este período, los granos se trasladan a camas elevadas limpias para su secado durante más de 28 días.

Durante el posprocesamiento, el café se almacena en una bodega a temperaturas de entre 20 °C y 25 °C durante aproximadamente 30 días. Tras el descascarillado, el café regresa a la bodega durante un mes más antes de su exportación.

Los esfuerzos de Finca La Isabela se extendieron más allá de la producción de café. Desde 2020, han participado activamente en el proceso de la Bandera Azul Ecológica, una iniciativa voluntaria que reconoce a las organizaciones por su compromiso con el cuidado del medio ambiente y la salud pública. La finca recibió la Bandera Azul Ecológica Agrícola de tres estrellas en 2021 y 2022, y aspira a obtener el mismo galardón en 2023.

El cambio climático representa el mayor desafío para la producción de café de Finca La Isabela. Los patrones climáticos impredecibles, el aumento de la prevalencia de enfermedades y el aumento de los costos de producción son consecuencia de la alteración de los patrones de lluvia y el aumento de las temperaturas. A pesar de estos obstáculos, la finca planea invertir en avances tecnológicos que agilicen la producción, mejoren los procesos de secado y reduzcan el consumo de electricidad.
Si bien el enfoque de Finca La Isabela sigue siendo la producción de café, Max y su equipo mantienen su compromiso de trabajar en armonía con la naturaleza. Se esfuerzan continuamente por innovar y ofrecer una amplia gama de sabores en su café. Su pasión por el café y su compromiso con el medio ambiente son la piedra angular de su filosofía, reflejada en cada taza de café que se produce en Finca La Isabela.